

Para 2024, la entidad proyectó una nueva caída, en este caso de 2,8%, con lo que el volumen se ubicaría apenas por encima de los 11.000 millones de litros.
Medida en sólidos útiles (grasa butirosa + proteína), en 2023 la baja interanual en el volumen producido fue del 2,1% ya que los sólidos pasaron de 7,17% en 2022 a 7,16%.
Según el trabajo del organismo, la sequía que afectó al país durante el 2022 y buena parte del año pasado, junto a una suba de costos generalizada para producción explicaron la baja.
"2023 comenzó con una seca generalizada en todas las regiones y que se mantuvo hasta finales del año. Esto genero la falta de pasturas y reservas forrajeras tanto en cantidad como en cantidad y se tuvo que recurrir a la compra de alimentos fuera de los establecimientos", indicó el trabajo.
Así, "las diferentes versiones de dólar soja produjeron subas de precios de los concentrados y de los alquileres. El fuerte proceso inflacionario y devaluatorio, sumado a los aspectos descriptos más arriba, incrementaron de forma extraordinaria los costos de producción que no fueron compensados con los aumentos de precios de la leche al productor".
No obstante este panorama, "la producción tuvo una caída leve que analizada por estrato productivo muestra que las unidades productivas de mayor tamaño sostuvieron la producción durante todo el año por encima del año anterior".