

La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) denunció el estancamiento de la negociación paritaria ante la propuesta inaceptable del sector empresarial, que se niega a reconocer el impacto del aumento del costo de vida sobre el poder adquisitivo de los trabajadores rurales.
La última oferta de la patronal, un 0% de aumento en junio, 1% en julio y 1% en agosto, más una suma no remunerativa $6.000 (en julio y agosto), fue rechazada de plano por el gremio, que exige una recomposición real del salario rural y un esquema de actualización que contemple la suba sostenida del costo de vida.
“La situación es crítica. No vamos a aceptar aumentos de miseria mientras nuestros compañeros no pueden cubrir ni la canasta básica”, señalaron desde la UATRE. La remuneración mínima del peón general es de $828.764,25 pesos, mientras que el mínimo necesario para que una familia no sea considerada pobre, que según el INDEC es de $1.100.267.
Los ítems más sensibles del gasto familiar, como alimentación, vivienda, servicios básicos, transporte y comunicaciones, han aumentado muy por encima del promedio general, golpeando de lleno a los trabajadores rurales.
Pese a haberse realizado varios encuentros durante junio, en el marco de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), las negociaciones no prosperaron. Este jueves 10 de julio las partes volverán a reunirse.
Desde la UATRE insisten: “No vamos a permitir que sigan ajustando sobre los trabajadores. Exigimos una paritaria justa, que reconozca el trabajo rural y garantice condiciones de vida dignas para las familias rurales”.