

El desplome de la rentabilidad en la producción del cordón frutihortícola de La Plata nos está pegando muy fuerte. No repunta y los precios se triplican cuando llega a la verdulería. A costo y venta directa un kilo de tomate cuesta 60 pesos como máximo.
Las importaciones hacen que el costo para producir sea más alto y la competitividad nos afecte mucho. En Mesopotamia y norte del país, porque en esta época viene de allá, se tiran producciones enteras. Al punto que muchos productores funden y ya no van a volver, sumado a los que ya quedaron en el camino.
En La Plata hemos avanzado. Al menos en el Concejo Deliberante se habla y se está tratando el tema del Cordón junto a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Se empezaron a hacer los relevos a productores para saber cuántos somos. Es un gran paso para reordenar el sector y tomar medidas precisas y correctas.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se había convertido en una especie de "unidad básica" de militancia partidaria. Se debe hacer una reconstrucción consciente y no a excel de escritorio. Ya que el campo y la Industria siempre solicita de los buenos servicios de la ciencia y la tecnología, que nos aporta el INTA para el desarrollo.
El 28 de este mes, estamos convocados a Asamblea en Sociedad Rural Argentina, donde se pondrá foco y se votará una nueva reforma de estatutos de la entidad.
Debo reconocer que tengo mis dudas a lo que se planteará. Estoy coincidiendo mucho con nuestro vice Marcos Pereda, y es el que mejor visualiza el futuro. Lo que está en juego es el rumbo de la institución que queremos los socios.
Aunque estaré siempre en el lugar que me requiera y necesite nuestro presidente Nicolas Pino: lo unitario, la poca participación de mujeres y la falta de democracia, atrasa. Es un modelo agotado, más allá de lo que se vote y decida. Pino fue el que me invito a participar como joven, hace algunos años. Un gran paso para la ciudad, algo histórico como Capital Bonaerense.
Soy una convencida de que el país será prospero, focalizándonos en el desarrollo, sin subestimar a ninguna producción. Es bueno que Milei haya reordenado la macro, aunque falta la micro y eso es fundamental. Porque ahí están los que más le ponen el lomo a este esfuerzo y para poder terminar con el atraso que veníamos de hace décadas.