

El debate en el Senado sobre el nuevo marco regulatorio para la industria de biocombustibles culminó sin un dictamen de consenso, forzando un aplazamiento de 15 días para intentar conciliar las visiones encontradas.
La discusión, que busca reemplazar la ley vigente por estar “completamente agotada”, quedó trabada por la oposición frontal de varios sectores a las propuestas que impulsan un aumento inmediato de los cortes con combustibles de origen agroindustrial.
El freno se debe a un choque de intereses:
-Cortes Obligatorios y Previsibilidad Técnica: Las provincias productoras y la Liga Bioenergética impulsan cortes de biodiésel y bioetanol de hasta el 15% o 18% a corto plazo, argumentando desarrollo y ahorro de divisas. Sin embargo, la industria automotriz (ADEFA) y el sector hidrocarburífero rechazaron estas cifras por considerarlas técnicamente inviables sin una adaptación de 3 a 5 años, alertando que pondrían en riesgo hasta el 60% de las exportaciones del sector automotor.
-Impacto Fiscal y Precio al Consumidor: El Ejecutivo, a través del subsecretario de Combustibles Líquidos de la Nación, Federico Veller, advirtió que los cortes más altos propuestos implicarían un aumento inmediato de hasta el 10% en el precio del surtidor y un costo fiscal de más de $4.000 millones de dólares en cinco años, afectando la estabilidad macroeconómica y los costos de logística.
-Libertad de Mercado vs. Protección Pyme: La Cámara Argentina de la Energía exige una liberalización total que les permita invertir en biocombustibles. En contraparte, las PyMEs elaboradoras de biodiésel criticaron el articulado del proyecto de la Liga, alegando que cambiaría las reglas a mitad de camino y las condenaría a la quiebra al concentrar la producción en las grandes empresas exportadoras (principalmente en Santa Fe).
Las Propuestas en Debate
Actualmente, existen tres visiones principales sobre cómo debe evolucionar el sector de biocombustibles en Argentina:
1. Propuesta de la Liga Bioenergética (UIA + Provincias Productoras)
Enfoque: Protección industrial, desarrollo regional y sustitución de importaciones.
Cortes Propuestos: Aumento gradual hasta el 15% de biodiésel y bioetanol en un plazo de dos años (o incluso 18% según algunas iniciativas).
Determinación de Precios: Licitaciones abiertas con tope en la paridad de importación.
Plazo de Vigencia: Estabilidad normativa por 18 años.
Crítica del Ejecutivo: Genera un alto riesgo fiscal y el encarecimiento inmediato del combustible.
2. Propuesta del Poder Ejecutivo Nacional
Enfoque: Liberalización gradual, equilibrio fiscal y estímulo a la competencia.
Cortes Propuestos: Aumento moderado y tardío: Biodiésel del 7,5% al 10% en 2027; Bioetanol del 12% al 15% en 2027.
Determinación de Precios: Mediante licitaciones públicas realizadas por un organismo independiente, con tope en la paridad de importación.
Objetivo Final: Transición hacia un mercado libre en 2032, con eliminación progresiva de cupos y menor intervención estatal.
Flexibilidad: Permite el coprocesamiento en refinerías y cortes voluntarios mayores a nivel regional.
3. Posiciones de los Sectores Opositores (Automotrices y Petroleras)
Aunque no presentaron un proyecto de ley unificado, sus exigencias son:
Previsibilidad: Tiempo de adaptación de 3 a 5 años para cualquier cambio en los cortes.
Libre Mercado: Reemplazar los precios y volúmenes regulados por la libre negociación entre productores y comercializadores.
Inclusión: Eliminar la prohibición que impide a la industria hidrocarburífera participar e invertir en la producción de biocombustibles.
Técnica: No avalar cortes de 15% o 18% por ser únicos a nivel mundial y afectar la garantía de los vehículos.
La meta de las comisiones en el Senado es ahora elaborar un único dictamen de consenso que integre los puntos de las distintas iniciativas y logre el equilibrio entre el desarrollo industrial y la responsabilidad fiscal.
Apoyo de Coninagro
Antes del inicio del debate, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria expresó su respaldo al Proyecto de la Liga Bioenergética, que cuenta con el apoyo de 9 provincias e importantes cámaras empresarias.
Según Coninagro este proyecto:
-Impulsa una norma moderna, federal y sustentable que promueve la producción nacional sin pedir subsidios ni beneficios fiscales. Es una ley que multiplica oportunidades, no costos.
-El nuevo marco aumenta la mezcla de bioetanol en naftas del 12% al 15%, habilitando un mercado libre por encima de ese nivel.
Más mezcla = Más energía argentina y más competencia para un mercado más transparente.
-El sector de los biocombustibles no busca privilegios, sino reglas claras y previsibilidad para seguir invirtiendo, innovando y generando empleo en el interior del país.
-Con esta ley, Argentina puede ahorrar hasta USD 150 millones anuales sustituyendo importaciones de combustibles fósiles. Más producción nacional, menos dependencia externa.
-Ejemplo de esto es ACABio, la planta más grande de bioetanol de Argentina, una inversión del movimiento cooperativo de más de U$D 230 MM, agregando de valor y empleo de calidad en Villa María, Córdoba.
-Además, esta norma integra a las petroleras en la transición energética, construyendo una estrategia común hacia un futuro más limpio y sustentable.
“Los biocombustibles son política de Estado. Coninagro reafirma su compromiso con un modelo productivo que agrega valor, reduce emisiones y fortalece al interior del país. (NAP)