

El ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, encabezó este martes el Segundo Encuentro para el Desarrollo Hortícola Regional, realizado en el Centro Cultural de Casbas, partido de Guaminí. La jornada reunió a productores, cooperativas, técnicos, intendentes y representantes de instituciones educativas del sudoeste bonaerense, con el objetivo de impulsar el crecimiento de la horticultura y consolidar políticas públicas que acompañen su desarrollo.
Durante el encuentro, Javier Rodríguez compartió con los intendentes José Augusto Nobre Ferreira (Guaminí), Ariel Succurro (Salliqueló) y Alejandro Acerbo (Daireaux), cuyos municipios fueron coorganizadores del evento junto al Ministerio. También estuvieron presentes representantes de la Mesa Hortícola Regional, quienes destacaron el impacto de las políticas provinciales en cada distrito.
En su intervención, Javier Rodríguez subrayó la relevancia de la horticultura como motor del desarrollo local. “En la provincia de Buenos Aires se producen prácticamente todos los alimentos, con excepción de dos: la yerba mate y la caña de azúcar. Pero fuera de eso, producimos casi todo lo que consumimos”, señaló. Y agregó: “Esto significa que en nuestra provincia se generan los alimentos necesarios para garantizar una alimentación sana y saludable”.
El ministro explicó que “una parte muy importante de la producción hortícola se realiza en el cordón del Gran La Plata y en el cordón de Mar del Plata”, lo que genera desigualdades en el acceso a alimentos frescos en el interior bonaerense. “Por eso estamos absolutamente convencidos de la importancia de fortalecer la producción hortícola en cada región, porque tiene un enorme potencial de desarrollo. Necesitamos una alimentación sana y saludable, y qué mejor que esa alimentación se produzca de manera local, evitando los 500 kilómetros de traslado, los costos y el desgaste de fletes innecesarios, que además afectan la calidad del producto”.
Durante la jornada, productores y cooperativistas compartieron sus experiencias con los programas provinciales Agricultura Familiar en Marcha, el Fondo de Emergencia y Desarrollo Agrario (FONEDA) y el Fondo Fiduciario Provincia en Marcha, que permitieron financiar proyectos, adquirir maquinaria, sistemas de riego e insumos en los distritos de Guaminí, Daireaux, Salliqueló e Hipólito Yrigoyen.
En otro tramo de su discurso, Javier Rodríguez se refirió a la situación económica nacional y sus consecuencias sobre la producción: “En este último año y medio, la gente tiene menos plata en el bolsillo. Los salarios cayeron, las jubilaciones cayeron, y eso impacta directamente en el consumo. Cayó el consumo de carne, leche, frutas y verduras. Cuando cae el consumo, cae la demanda. Y el precio que recibe el productor por sus productos creció un 20% menos que la inflación general”.
El ministro advirtió además sobre la apertura de importaciones promovida por el Gobierno nacional. “Hoy, por primera vez en la historia, estamos importando tomates frescos, zanahorias y cebollas desde Brasil. Y cualquiera que conozca la zona de Corfo sabe lo que significa que Argentina —tradicionalmente exportadora de cebollas a Brasil— esté ahora importándolas. Es una situación realmente grave”.
“Con tasas de interés por las nubes, es imposible financiar la producción. El productor necesita crédito para comprar semillas o insumos, pero con estas tasas, la rentabilidad no alcanza. Este es un modelo económico que va en contra de la producción”, enfatizó Javier Rodríguez.
Frente a ese panorama, el ministro destacó las políticas que impulsa la provincia para sostener la producción y el trabajo. “Sabemos que el contexto nacional es muy adverso —con la eliminación de programas como ProHuerta, Cambio Rural y la Secretaría de Agricultura Familiar—, pero desde la provincia trabajamos para mitigar esos efectos negativos. Estamos generando herramientas para acompañar a los productores, entendiendo que en los momentos difíciles es cuando más hay que trabajar juntos”, afirmó.
Entre las políticas provinciales, mencionó las líneas de crédito a valor producto, el Banco de Insumos, el financiamiento específico para la horticultura, los programas de promoción de la agroecología y el fortalecimiento de los Mercados Bonaerenses, “que incluyen beneficios como la Cuenta DNI, una herramienta fundamental para incentivar las ventas”. También resaltó el programa de Incubadoras de Cooperativas, que “ya permitió crear más de 130 cooperativas destinadas a fortalecer a los productores, mejorar la comercialización y abaratar los costos de insumos”.
Además, Javier Rodríguez reivindicó la importancia de la industrialización en pequeña escala: “La normativa de PUPPA permite a los productores elaborar y vender conservas, generando un ingreso adicional y nuevas oportunidades. Creemos que la industrialización local es una forma de reducir desperdicios y agregar valor en origen”.
En el cierre de su intervención, el ministro destacó la necesidad de promover la educación alimentaria y la producción local en las nuevas generaciones. “Veo acá a muchos chicos y chicas, y pienso que seguramente serán mejores que nosotros. Debemos inculcar la producción de alimentos sanos, saludables y locales, tanto en la producción como en el consumo. Por eso impulsamos el programa Huertas Bonaerenses, para que en cada escuela y en cada lugar haya una huerta donde aprender, producir y consumir alimentos propios”.