miércoles 12 de noviembre de 2025 - Edición Nº1031

Política | 11 nov 2025

Debate

La Secretaría de Asuntos Agrarios del PJ analiza el acuerdo Mercosur-UE ante un posible escenario de firma

Durante el encuentro, el Secretario de Asuntos Agrarios del PJ, Julián Domínguez reunió a un panel compuesto por la ex secretaria de Cancillería, Cecilia Todesca, el diputado Eduardo Valdez, el Lic. Ariel Martínez y el Lic. Horacio Lenz.


La Secretaría de Asuntos Agrarios del Partido Justicialista (PJ) analizó en una jornada de trabajo los alcances y las implicancias del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), frente a la posibilidad de su firma a finales de este año. Allí, delinearon las oportunidades y los desafíos que este tratado representa para la agroindustria argentina en un contexto global de creciente complejidad.


En la apertura del ciclo de charlas, se expuso un panorama del comercio internacional actual, marcado por cinco características desafiantes para el sector agropecuario: la fragmentación geopolítica y el debilitamiento del comercio global; el resurgimiento de políticas industriales y el proteccionismo arancelario; el debilitamiento del marco institucional y legal multilateral; la creciente aplicación de estándares ambientales que condicionan el comercio; y una marcada inestabilidad y riesgos sistémicos.


Oportunidades y modernización
Entre los aspectos positivos del acuerdo, se destacó la creación de un mercado ampliado a más de 700 millones de consumidores, lo que representa cerca del 20% del PBI mundial. Para el sector agroalimentario, el tratado ofrece una significativa liberalización arancelaria por parte de la UE, que se compromete a desgravar cerca del 82% de las exportaciones del Mercosur. De ese total, un 70% de los aranceles se eliminarían de forma inmediata tras la entrada en vigor del acuerdo.
Esta apertura se presenta como una oportunidad estratégica para dotar de mayor estabilidad al sector, facilitar el acceso a nuevos mercados y fomentar la modernización, no solo de la agroindustria, sino también de otros sectores industriales y de servicios, incluyendo a las PyMEs.


Preocupaciones estructurales y regulatorias
A pesar de las oportunidades, desde la Secretaría de Asuntos Agrarios se manifestaron importantes preocupaciones. Si bien el Mercosur se posiciona como un exportador neto de alimentos a nivel mundial, el sector se enfrenta a desafíos estructurales y regulatorios impuestos principalmente por los países desarrollados, con la Unión Europea a la cabeza.


Los principales puntos de inquietud son:
-Subsidios Agrícolas y Competencia Desleal: La Política Agrícola Común (PAC) de la UE, con su millonario presupuesto en ayudas internas, genera condiciones de competencia desigual para los productores del Mercosur.
-Barreras No Arancelarias: Existe una creciente proliferación de Medidas No Arancelarias (MNA) y barreras técnicas que podrían obstaculizar el comercio. Un ejemplo claro son las exigencias ambientales unilaterales, como el nuevo Reglamento de la UE sobre productos libres de deforestación (EUDR), que podría impactar fuertemente en las exportaciones argentinas, afectando especialmente a cadenas de valor clave como la soja y la carne bovina.
-Limitaciones y Cuotas: Aunque el acuerdo contempla una amplia liberalización, productos de gran relevancia para el Mercosur, como la carne bovina y porcina, la carne aviar, el maíz, el arroz, el etanol, la miel y los productos lácteos, quedarán sujetos a contingentes arancelarios (cuotas) que limitan su acceso preferencial al mercado europeo. En el caso de la carne bovina, la cuota de 99.000 toneladas representa apenas el 1,6% del consumo anual en la UE.


El rol del Estado y el alineamiento estratégico
En el análisis se concluyó que, para navegar las complejidades del acuerdo, será fundamental un rol activo y fortalecido del Estado. La superación de las barreras no arancelarias y la defensa de los intereses nacionales requerirán de una gestión público-privada coordinada, ya que son desafíos que superan las capacidades del sector privado de manera aislada.También se trabajo sobre la preocupación que genera que el acuerdo del lado del mercosur tienen una entrada en  vigor para cada uno de los socios de forma bilateral a medida que lo   van ratificando cada uno de los países, lo que agrega un desafío adicional.


Finalmente, se subrayó la necesidad de definir un "alineamiento estratégico" como país, que priorice los intereses nacionales en materia de producción, comercio y valores. Se advirtió que el escenario para la agroindustria argentina cambiará radicalmente si el acuerdo se concreta a fin de año, por lo que es imperativo estar preparados para capitalizar las oportunidades y mitigar los riesgos inherentes a este nuevo marco comercial, donde se  necesitaran además  generar políticas públicas orientadas a la productividad en base a la innovación y al valor agregado.

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