Trigo: récord de producción pero no de ingreso de divisas

Con una producción que rondaría las 27 millones de toneladas, la campaña argentina de trigo 2025/26 se encamina a convertirse en la mayor de la historia un volumen récord desde que existen registros estadísticos sistemáticos (1969/70), aunque sin repetir ese liderazgo en materia de ingreso de divisas.

De acuerdo con un informe de la Fundación Mediterránea, el logro productivo se explicaría por 2 factores: rendimientos máximos históricos y una superficie sembrada relativamente estable, en torno a los 6,8 millones de hectáreas.

En comparación con la campaña 2024/25, la producción crecería cerca de 50%, al pasar de 18,5 a 26,8 millones de toneladas. El principal motor de este salto sería un incremento cercano al 40% en los rindes promedio, que subirían de alrededor de 30 a 40 quintales por hectárea, mientras que el área implantada apenas aumentaría un 4%.

Frente al récord previo, registrado en 2021/22, el volumen actual sería aproximadamente un 20% mayor, prácticamente explicado en su totalidad por mejoras en la productividad, ya que la superficie cultivada se mantendría en niveles similares.

El riesgo, advierte el informe, es que el salto de productividad observado en 2025/26 quede como un episodio aislado y no como el inicio de un proceso sostenible de mejora estructural del cultivo.

Menos dólares

Pese al fuerte incremento en el volumen exportable, el ingreso de divisas no acompañaría el récord productivo. Con alrededor del 65% de la cosecha destinada al mercado externo —unas 17,5 millones de toneladas— y un precio promedio estimado en torno a los 200 dólares por tonelada (FOB puertos argentinos, entre diciembre de 2025 y mayo de 2026), el valor de las exportaciones de trigo alcanzaría unos 3.500 mill/dol en la campaña 2025/26.

Esto implicaría un aumento de 17% en el valor exportado respecto de la campaña 2024/25, aun cuando las cantidades embarcadas crecerían cerca de 37%. En contraste, frente al máximo histórico en términos de valor —registrado en la campaña 2021/22— el ingreso de divisas sería un 26% inferior en términos reales, pese a exportarse volúmenes aproximadamente un 25% mayores. El dato confirma que el récord actual es físico, pero no económico.

La explicación central de este desacople entre producción y divisas se encuentra en la coyuntura internacional de precios. Según la Fundación Mediterránea, el precio promedio de exportación del trigo en la campaña 2025/26 sería el 3er más bajo de lo que va del siglo, apenas por encima de los registros de 2000/01 y prácticamente empatado con los de 2004/05.

En términos históricos, el valor estimado -en torno a los 201 dol/tn- muestra una brecha negativa superior al 30% respecto del promedio de largo plazo, que se ubica cerca de los 295 dol/tn. Este contexto limita severamente el impacto del récord productivo sobre la generación de divisas.

El clima y las señales de política

El informe destaca que el desempeño excepcional del trigo en la campaña 2025/26 se apoya, en primer lugar, en condiciones climáticas favorables que permitieron alcanzar rindes inéditos. Pero también subraya la influencia de un marco de política económica más previsible, con menor presión impositiva, avances en la normalización cambiaria y una agenda orientada a reducir costos y trabas administrativas.

Estas señales contribuyeron a sostener al trigo dentro de la rotación agrícola, aun cuando las perspectivas de precios internacionales no eran alentadoras al inicio de la campaña.

De cara al futuro, el principal desafío será profundizar esta agenda, en especial avanzando hacia la eliminación de los derechos de exportación (DEX) al trigo. Según la Fundación Mediterránea, un esquema sin retenciones permitiría darle mayor previsibilidad al negocio, sostener la inversión en tecnología, fertilización y manejo, y amortiguar escenarios adversos de precios o eventuales shocks productivos. (NAP)